El domingo por la noche, salió al aire la entrevista que le hiciera en Madrid Clara Elvira Ospina a Mario Vargas Llosa, una vez más corrobore que lo que escribí hace unos años era cierto, me equivoque, en mi voto en aquella elección del 89,
Corría 1990 y en el fragor de la segunda vuelta entre el laureado escritor Mario Vargas Llosa y un humilde rector de universidad Alberto Fujimori Fujimori, el ahora Nobel de Literatura reto a un debate al Chinito del Tractor, por supuesto que finalmente la contienda fue ganada por este último, creo yo triunfo que le abrió el camino a la victoria en las elecciones.
Fujimori ganó las elecciones, evidentemente apoyado por el APRA, y en el famoso spot del mono, donde exhibía las consecuencias del programa económico del Fredemo.
Yo fui uno de los que voto por Vargas Llosa, y una vez conocido los resultados de las elecciones, fui hasta la casa de este en barranco junto muchos jóvenes, a prestarle apoyo, por los resultados.
No voy a detenerme ha realizar un recuento del gobierno de Fujimori, donde hubieron cosas buenas pero también cosas terribles, por lo que hoy están pagando sus condenas.
Vargas Llosa lejos de quedarse en el Perú a encabezar como le correspondía una oposición responsable se fue a España, donde se nacionalizó.
Durante años no pudo digerir que aquel chinito del tractor, a quien el consideraba inferior le ganará las elecciones, dedicándose hacer una campaña de desprestigio para el gobierno y el país.
Lo misma práctica que realizó su hijo Alvaro desde su trinchera en Washigton y Miami.
Con la caída de Alberto Fujimori y la aparición de Alejandro Toledo en la palestra política apareció nuevamente el escritor y más que el su hijo, con quien finalmente Toledo tubo discrepancias y retirándolo de su círculo más cercano.
Años después Vargas Llosa, apareció en la segunda vuelta donde se enfrentarían Keiko Fujimori y Ollanta Humala, en pomposo evento, el su hijo y otras personalidades, se convirtieron en garantes de la hoja de ruta, que garantizaba que Humala no convertiría el país en otra Venezuela.
Ya sabemos cual ha sido el resultado, agendas con sospechosos movimientos bancarios, sospecha de pago de sobornos por parte de las constructoras brasileras, que coinciden con las libretas de Nadine, la economía esta desacelerando.
Porque nadie ha alzado su voz de protesta y ha pasado la factura, porque su hijo Alvaro, quien fue uno de los abanderados de denuncias contra la corrupción, no le exigió a sus garantizados, una profunda investigación imparcial, o por lo menos ante la sospecha retirar su aval.
Es muy fácil dar declaraciones desde España, Miami y Washigton, sobre realidades que no viven, después de tantos años Vargas Llosa no perdonó que aquel Chinito del Tractor le ganara, apoyado por APRA.
Hasta Mañana
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